El amor sigue de moda.
Canción del chico enamorado que no se enteró ni se humilló y asi se quedó.
Hubo un antes:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre con suerte,
érase un hombre que tuvo todo y lo perdió,
érase un tonto,
érase un hombre despreocupado,
érase un buen hombre.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre sumamente egoista,
érase un hombre sin sentimientos,
érase un hombre frío,
érase un hombre calculador,
érase un hombre equivocado.
Érase una mujer,
érase una mujer enamorada,
érase una mujer equivocada,
érase una mujer con sentimientos,
érase una mujer generosa y hermosa.
ÉRASE UNA MUJER ENAMORADA,
ÉRASE UN HOMBRE QUE NO SE ENTERÓ.
Y un después:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre enamorado,
érase un hombre desesperado,
érase un hombre infeliz y apagado,
érase un hombre sin el cuchillo en la mano.
Érase una mujer,
érase una mujer sonriente
érase una mujer valiente,
érase una mujer alegre,
érase una mujer con el cuchillo en la mano.
Se quedó solo, y ella cansada de esperar se quedó sin amor, pero le seguía llamando y preguntando: ¿Sombra rosa o plateada?
Él siempre pensaba, yo te amo por siempre sin sombra, pero solo podía decir: Morada...
Hubo un antes:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre con suerte,
érase un hombre que tuvo todo y lo perdió,
érase un tonto,
érase un hombre despreocupado,
érase un buen hombre.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre sumamente egoista,
érase un hombre sin sentimientos,
érase un hombre frío,
érase un hombre calculador,
érase un hombre equivocado.
Érase una mujer,
érase una mujer enamorada,
érase una mujer equivocada,
érase una mujer con sentimientos,
érase una mujer generosa y hermosa.
ÉRASE UNA MUJER ENAMORADA,
ÉRASE UN HOMBRE QUE NO SE ENTERÓ.
Y un después:
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase un hombre enamorado,
érase un hombre desesperado,
érase un hombre infeliz y apagado,
érase un hombre sin el cuchillo en la mano.
Érase una mujer,
érase una mujer sonriente
érase una mujer valiente,
érase una mujer alegre,
érase una mujer con el cuchillo en la mano.
Se quedó solo, y ella cansada de esperar se quedó sin amor, pero le seguía llamando y preguntando: ¿Sombra rosa o plateada?
Él siempre pensaba, yo te amo por siempre sin sombra, pero solo podía decir: Morada...